viernes, 21 de noviembre de 2008
"Enseñarnos y aprender con nosotros" por Radio mundo real fm
Entrevista con Juan Santana, dirigente de UTAA.
Con ser indispensable para la emancipación de los asalariados rurales, el acceso a la tierra no lo es todo. La experiencia en la ciudad uruguaya de Bella Unión lo demuestra: sin herramientas, con escasos conocimientos y con el riego privatizado la suerte de los "peludos" sigue siendo de lucha.
En Bella Unión, ciudad uruguaya identificada con la producción de caña de azúcar, pero también con la sobreexplotación y las pésimas condiciones históricas de trabajo en el campo, la lucha de los trabajadores en reclamo de tierra y autogestión ha motivado en los últimos años una serie de desafíos. Como resultado de las negociaciones entre las organizaciones sociales y el gobierno tras ocupaciones de campos ociosos en 2005 y 2006, se instaló, en el segundo semestre de este año, un Centro de Formación Popular (CFP). Se trata de una experiencia con escasos antecedentes en Uruguay: la Universidad de la República (UdelaR) a través de su Servicio de Extensión hacia la comunidad se encarga del contenido académico, en tanto que la gestión y dirección de esta instancia de formación política cuenta con la participación de las organizaciones sociales de Bella Unión.
Un equipo de Radio Mundo Real visitó días atrás esa ciudad ubicada en el extremo norte del territorio uruguayo en el marco de tareas de apoyo para la conformación de una radio comunitaria vinculada a los movimientos sociales de Bella Unión.
En ese marco dialogamos con Juan Santana, dirigente del emblemático sindicato UTAA (Unión de Trabajadores del Azúcar de Artigas). Santana, quien es uno de los dieciséis asalariados rurales que resultaron beneficiados con la entrega de una parcela de diez hectáreas para el cultivo de caña como parte de la salida negociada a las ocupaciones, resumió el proceso vivido en el CFP: "nos planteamos la estrategia, junto a los compañeros de la Universidad, para que ellos nos enseñen... y también aprendan con nosotros", sostuvo Santana.
Sin embargo, aún contando con la posibilidad de acceso precario al recurso tierra las dificultades siguen siendo múltiples: de un lado la falta de capital de giro, de maquinaria, de acceso al agua para riego (que en el caso de Bella Unión se encuentra en manos privadas) y también pesan las seis décadas de cultura cañera en carácter de monocultivo que han marcado el devenir de Bella Unión. Uno de los desafíos para los asalariados que hoy explotan el conocido como "campo Placeres" –tomando el nombre del propietario de las tierras a quien el Estado arrendó- es lograr la diversificación de cultivos hacia rubros que permitan el autoabastecimiento alimentario de las familias. "Verdaderamente, diez hectáreas de caña no alcanzan para vivir si se tiene en cuenta que el año pasado solo por concepto de riego para es superficie tuvimos que pagar casi cuatro mil dólares a la empresa que maneja el agua", relató Santana.
audio de la entrevista en: http://www.radiomundoreal.fm/rmr/?q=es/node/26659
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