Mujeres de Vía Campesina se hacen fuertes contra el agronegocio
En Brasil, por ejemplo, las movilizaciones fueron muchas y variadas. Unas 700 campesinas ocuparon esta mañana la estancia Ana Paula, perteneciente a la empresa Votorantim Celulose y Papel (VCP), en el Estado de Río Grande do Sul.
Para denunciar los daños que provoca la expansión de los eucaliptos, en materia de desertificación y amenaza a la biodiversidad, las ocupantes iniciaron la medida de lucha con el corte de árboles en el predio de la empresa.
Las mujeres riograndenses aseguran que en muchos campos vecinos al de VCP está faltando agua para consumo humano y alimentación de animales. Además, denunciaron irregularidades con un préstamo millonario que le otorgó el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico Social (BNDES) a VCP, y que le permitió a ésta comprar Aracruz Celulosa.
Ya en anteriores oportunidades la Vía Campesina ocupó predios forestales al sur del país, bajo la consigna “Tierra para producir comida. No al desierto verde”.
En estas jornadas enmarcadas en el Día Internacional de la Mujer, también se manejaron argumentos comunes para denunciar al agronegocio a nivel nacional. De acuerdo a cifras manejadas por Vía Campesina, solamente en diciembre del año pasado este sector dejó sin trabajo a 134 mil brasileños como consecuencia de la crisis financiera internacional.
La historia es tan vieja como el sistema capitalista: los beneficios de los períodos de lucro son para algunos pocos y las consecuencias de las etapas de crisis deben pagarla todos, sobre todo los trabajadores. A pesar de este sombrío panorama –que en cierta forma confirma algunas predicciones de los movimientos sociales-, las demandas de Vía Campesina se están haciendo sentir en esta jornada.
Unas 800 integrantes del movimiento ocuparon un predio del Ministerio de Agricultura en Brasilia, la capital del país. Allí denunciaron las políticas públicas dirigidas a beneficiar a latifundistas, ruralistas y al capital financiero, informó en su sitio de internet el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST).
En el Estado de Espírito Santo, 1300 mujeres de Via Campesina ocuparon Portocel, el puerto de exportaciones de Aracruz Celulosa; en São Paulo unas 600 campesinas del MST hicieron lo mismo con un latifundio del grupo Cosan, símbolo del desarrollo del sector sucro-alcoholero; y en Paraná unas mil manifestantes llevaron sus reclamos a la ciudad de Porecatu.
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